VIAJES ENTRE PUEBLOS Y MONTAÑAS EN BICI
La isla más grande del Caribe, Cuba, es un país fascinante. Con tráfico vehicular relativamente poco, gente amigable, un verano eterno, interminable costa virgen y una fascinante mezcla de culturas, es un lugar ideal para explorar en bicicleta.
El punto de partida es Santiago de Cuba teniendo la magnífica costa a los pies para dirigirse a Bayamo, Camagüey, Sancti Spíritus, Trinidad, Cienfuegos, la Bahía de Cochinos hasta llegar a la capital de Cuba, La Habana.
SÍGUEME Y VERAS!!!
Hace muchos años, demasiados, se cantaba aquello de “Conozca a Cuba primero y al extranjero después”. Sonaba bien, porque se promovía el turismo interno de esa hermosa isla y las atracciones naturales del Valle de Yumurí, la Gran Piedra, los parques naturales y lugares donde el clima era tan benévolo que sólo allí crecían flores exóticas, frutas paradisíacas y helechos gigantes.
En Cuba no tenemos ríos enormes, pero ver las cascadas de Cienfuegos, de la Sierra Maestra y de otras regiones del país era un espectáculo genuino del cual los cubanos nos sentíamos orgullosos y de una u otra forma la gente visitaba. Me viene a la mente que mi madre siempre inventaba una visita a las Escaleras de Jaruco y allí con un mantel en la yerba, comíamos algún tentempié y pasábamos un día tranquilo y relajado.
Claro, no hablo de las playas porque sería muy alardoso de mi parte decir que las mejores del Caribe están ubicadas en ese hermoso Caimán Verde. ¡Cuántos recuerdos!
Leí hace unos días que ya los cubanos no hacen turismo interno y mucho menos externo. Sólo la playa llenan los deseos de tranquilidad y son una evasión las miradas hacia el norte pensando en el ser querido que anda por allá y que tal vez en una playa esté mirando hacia el sur.
Recuerdo aquella canción de Arjona que decía de armar un puente para poder correr y darnos un abrazo y conocer los primos y nietos que han nacido en ambos lados y que una ideología absurda divide y separa
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