Cómo pasar 3 días en La Habana
La Habana es una ciudad muy animada, llena de carisma y con noches encantadoras. Muy amigable, colorida y exuberante, La Habana, merece una visita en tu lista de vacaciones.
En La Habana puedes pasear en coche a caballo o en un auto americano clásico del año 1950, admirando la arquitectura colonial, visitando museos y paseándote por las distintas plazas históricas. En las noches puedes dedicarte a ver un espectáculo de cabaret o “asotar baldosa” en la pista de baile de los variados clubes de salsa.
Hay muchas plazas en La Habana Vieja que están muy bien restauradas, reviviendo el antiguo esplendor de este distrito y que muestran la colorida arquitectura colonial.
Los edificios restaurados de las casas museos, galerías, tiendas, restaurantes. También hay algunas hermosas iglesias antiguas que valen la pena visitar, incluyendo la Catedral de San Cristóbal y la Basílica Menor de San Francisco de Asís.
Termina el primer día en La Habana por en el sector de Miramar y asiste a un espectáculo de cabaret en el mundialmente famoso Tropicana. Mítico lugar y destino obligado para el turista, donde puedes pasar una noche muy divertida con música, espectáculos y baile.
La primera estación, es disfrutar de una tranquila visita a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la mayor fortaleza colonial en las Américas. Posteriormente, y al lado se puede visitar el Castillo del Morro.
De ahí, lo mejor es tomar un taxi para regresar al Centro de la Habana. Tomar el almuerzo al frente al Parque Central y luego caminar en la zona y explorar las calles alrededor del Capitolio.
Por supuesto ingresar al Capitolio, el hogar del gobierno hasta 1959 y muy cerca la fábrica de tabacos Partagás, la más grande de Cuba.
Después de pasar un rato en el Centro Habana, el siguiente destino es explorar el barrio Prado. Es fantástico caminar por el Paseo del Prado, la avenida más pintoresco de La Habana. En el siglo 19, el Paseo del Prado fue utilizado para desfiles militares y carnavales, pero se amplió y embelleció en 1927. Ahora está llena de árboles, bancos y estatuas de leones de bronce, símbolo de La Habana.
El Paseo del Prado termina en el Castillo de San Salvador de la Punta, una fortificación modesta en la orilla oeste de la entrada a la Bahía de La Habana. Desde allí se puede caminar hacia La Habana Vieja, pasando por el Museo Nacional de la Música y un monumento al General Máximo Gómez.
La primera parada en el Vedado es la Plaza de la Revolución. Esta plaza no se destaca por su hermosura (se asemeja a un gran parqueadero), pero si merece la visita por su importancia histórica y simbólica.
La Plaza fue diseñada en 1952 bajo el régimen de Batista y pasó a llamarse la Plaza Cívica de la Revolución después de la victoria de Fidel Castro en 1959. Desde entonces, la plaza ha sido testigo de manifestaciones masivas, desfiles militares y celebraciones oficiales.
Al otro lado de la calle de la Plaza,m es un monumento a José Martí, héroe nacional de Cuba. El monumento es una torre de 109 metros de altura en forma de estrella de cinco puntas, con una enorme estatua de José Martí sentado en su base.
El final del recorrido por La Habana termina con un paseo marítimo por el Malecón. Es un lugar de reunión popular para los locales que vienen a disfrutar de la noche romántica viendo la puesta del sol en la bahía de La Habana.
En La Habana puedes pasear en coche a caballo o en un auto americano clásico del año 1950, admirando la arquitectura colonial, visitando museos y paseándote por las distintas plazas históricas. En las noches puedes dedicarte a ver un espectáculo de cabaret o “asotar baldosa” en la pista de baile de los variados clubes de salsa.
3 DÍAS EN LA HABANA
Fueron tres días en La Habana (quizás dos y medio) un tiempo corto pero realmente productivo. Obviamente no es suficiente para conocer todo, porque en La Habana no logras conocerla tan rápido como otras ciudades. sin embargo esta es una guía para pasar tres días en La Habana.DÍA 1: DESCUBRIR LA HABANA VIEJA Y EL TROPICANA
En el primer día, hay que explorar La Habana Vieja. Este es el corazón histórico de la ciudad y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982.Hay muchas plazas en La Habana Vieja que están muy bien restauradas, reviviendo el antiguo esplendor de este distrito y que muestran la colorida arquitectura colonial.
Los edificios restaurados de las casas museos, galerías, tiendas, restaurantes. También hay algunas hermosas iglesias antiguas que valen la pena visitar, incluyendo la Catedral de San Cristóbal y la Basílica Menor de San Francisco de Asís.
Termina el primer día en La Habana por en el sector de Miramar y asiste a un espectáculo de cabaret en el mundialmente famoso Tropicana. Mítico lugar y destino obligado para el turista, donde puedes pasar una noche muy divertida con música, espectáculos y baile.
DÍA 2: VISITA FORTALEZAS DE LA HABANA Y EXPLORE CENTRO HABANA
En el segundo día, hay que transitar a través del canal para explorar algunas de las fortalezas de La Habana, también son parte del Patrimonio Mundial.La primera estación, es disfrutar de una tranquila visita a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, la mayor fortaleza colonial en las Américas. Posteriormente, y al lado se puede visitar el Castillo del Morro.
De ahí, lo mejor es tomar un taxi para regresar al Centro de la Habana. Tomar el almuerzo al frente al Parque Central y luego caminar en la zona y explorar las calles alrededor del Capitolio.
Por supuesto ingresar al Capitolio, el hogar del gobierno hasta 1959 y muy cerca la fábrica de tabacos Partagás, la más grande de Cuba.
Después de pasar un rato en el Centro Habana, el siguiente destino es explorar el barrio Prado. Es fantástico caminar por el Paseo del Prado, la avenida más pintoresco de La Habana. En el siglo 19, el Paseo del Prado fue utilizado para desfiles militares y carnavales, pero se amplió y embelleció en 1927. Ahora está llena de árboles, bancos y estatuas de leones de bronce, símbolo de La Habana.
El Paseo del Prado termina en el Castillo de San Salvador de la Punta, una fortificación modesta en la orilla oeste de la entrada a la Bahía de La Habana. Desde allí se puede caminar hacia La Habana Vieja, pasando por el Museo Nacional de la Música y un monumento al General Máximo Gómez.
DÍA 3: EXPLORAR VEDADO – PLAZA DE LA REVOLUCIÓN Y EL MALECÓN
Ya en el tercer día, es tiempo de explorar con calma la zona del Vedado. Es una mezcla de rascacielos de 1950 (algunos de ellos en ruinas) y mansiones neoclásicas. Muchos de los principales hoteles de La Habana se encuentran allí.La primera parada en el Vedado es la Plaza de la Revolución. Esta plaza no se destaca por su hermosura (se asemeja a un gran parqueadero), pero si merece la visita por su importancia histórica y simbólica.
La Plaza fue diseñada en 1952 bajo el régimen de Batista y pasó a llamarse la Plaza Cívica de la Revolución después de la victoria de Fidel Castro en 1959. Desde entonces, la plaza ha sido testigo de manifestaciones masivas, desfiles militares y celebraciones oficiales.
Al otro lado de la calle de la Plaza,m es un monumento a José Martí, héroe nacional de Cuba. El monumento es una torre de 109 metros de altura en forma de estrella de cinco puntas, con una enorme estatua de José Martí sentado en su base.
El final del recorrido por La Habana termina con un paseo marítimo por el Malecón. Es un lugar de reunión popular para los locales que vienen a disfrutar de la noche romántica viendo la puesta del sol en la bahía de La Habana.